La seguridad en línea es crucial para proteger tu información personal y financiera, así como para mantener una experiencia en Internet libre de riesgos.
● Mantener el software actualizado: asegúrate que tu sistema operativo, navegadores web y aplicaciones estén siempre actualizados con las últimas versiones y parches de seguridad.
● Utilizar contraseñas fuertes: crea contraseñas únicas y complejas para tus cuentas en línea. Utiliza una combinación de letras, números y caracteres especiales. Consideráis el uso de un administrador de contraseñas para gestionarlas.
● Habilitar la autenticación de dos factores (2FA): donde sea posible, activa la autenticación en dos pasos, que requiere un segundo método de verificación, como por ejemplo un código enviado al teléfono móvil.
● Evitar hacer clic en enlaces sospechosos: no hagas clic a enlaces a correos electrónicos, mensajes o sitios web que parezcan sospechosos o no solicitados. Podrían llevar a lugares maliciosos.
● Navegar a sitios web seguros (HTTPS): asegúrate que los sitios web que visitas utilicen HTTPS en lugar de HTTP. Esto cifra la conexión entre vuestro navegador y el lugar, protegiendo vuestros datos.
● Instalar un antivirus: utiliza software antivirus y antimalware actualizado y realiza análisis regulares de tu sistema.
● Utilizar una red Wi-Fi segura: evita conectarte a redes Wi-Fi públicas no seguras. Siempre que sea posible, utilizáis una red Wi-Fi de confianza para proteger vuestra conexión.
● Vigilar con las descargas: descarga software y archivos solo de fuentes fiables y evita sitios web sospechosos de descargas ilegales.
● No facilitar datos personales o financieras: si tienes que comprar en línea, hazlo siempre a través de páginas de confianza.
● Disponer de copias de seguridad: es importante diseñar un sistema de copias con garantías y seguro, puesto que los cibercriminals cuando penetran en una organización tienen como objetivo inutilizar las copias de seguridad
Protege tu experiencia a Internet!